MENSAJE DE BIENVENIDA

A ti que me acompañas con tu lectura y aportaciones, te doy la más cordial bienvenida esperando que a través de este medio podamos compartir experiencias y aprendizajes de la vida diaria.

CHICHEN ITZA

CHICHEN ITZA
Chichén Itzá es uno de los principales sitios arqueológicos, ubicado en el municipio de Tinum, en el estado de Yucatán. Vestigio importante y renombrado de la civilización maya, del período posclásico de influencia tolteca. Fue inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988. El 7 de julio de 2007, fue reconocida como una de las "Nuevas Maravillas del Mundo.

TEOTIHUACÁN

TEOTIHUACÁN
Pirámide del Sol

Serenidad

Serenidad
La serenidad Según el diccionario, una persona serena es apacible, dulce en el trato, sosegada. Sin embargo, ¿se puede recurrir a la serenidad cuando hay que afrontar problemas personales, laborales, sociales y económicos? Sin duda, en estas circunstancias lo más común es sentirse nervioso, irritable o molesto, pero justamente es la actitud menos saludable. La serenidad es una sensación de bienestar que nos permite focalizar las cosas que suceden a nuestro alrededor desde un costado más activo. Las personas serenas logran pensar antes de decidir y no se sienten demasiado asustadas, preocupadas o ansiosas por el porvenir. Tampoco se recuestan en la infelicidad del pasado, ni fantasean posibles catástrofes futuras. En realidad, quienes son más serenos pueden disfrutar de la vida y pensar que podrán, en algún momento, superar los problemas. Esto no significa esperar que las cosas pasen o mejoren solas. Por el contrario, se trata de actuar de acuerdo a lo que cada uno crea mejor para sí mismo y para lo que debe afrontar. Tener serenidad puede requerir un arduo trabajo personal, pero resulta fundamental para enfrentar las pérdidas y la adversidad. Y aunque no existe una fórmula para aprender aquellas respuestas serenas que le sirvan, es preciso tener en cuenta la importancia de vivir aquí, ahora y con lo que existe... y cambiar, si de usted depende. Por último: la serenidad no es indiferencia, complacencia ni ignorancia. Es una virtud saludable que nos abre la posibilidad de mejorar nuestra calidad de vida. En épocas difíciles es importante valorar lo que se hace con el tiempo propio. Las personas que se mantienen calmas acostumbran “tomarse su tiempo”; es decir, se adueñan del mismo y lo usan en forma provechosa para su cuerpo, su mente. Esta actitud facilita el pensamiento, una herramienta mucho más saludable que la ira. Con el pensamiento y la voluntad acude el discernimiento.

LA FORMACION INTEGRAL Y LOS VALORES COMO PARTE DE LA PRÁCTICA PROFESIONAL



Mtra. Alma Rosa Granados de León

SEAT HGZ No. 98 IMSS

1. INTRODUCCION

Vivimos en una época de cambios profundos, enmarcados en nuevos escenarios socioeconómicos, políticos y culturales, que constituyen el contexto internacional en el que deben operar las instituciones de educación superior, con sus desafíos y oportunidades.

La educación constituye un factor fundamental para una mejor inserción de nuestro país en la aldea global; desde la educaron básica hasta la superior requieren de programas de calidad, para la necesaria formación de personas profesionales y comprometidas en conciencia con lo que hacen, basados en los principios de la UNESCO (1996), con la capacidad de Saber ser, hacer, conocer y convivir.

En el contexto nacional, las instituciones de educación superior en México no han podido identificar sus principales problemáticas y retos para lograr la consolidación de un sistema que ofrezca a la sociedad una educación de calidad, pertinente, equitativa con resultados que impacten positivamente en el desarrollo económico, político, social y cultural.

La educación como tal es un servicio. Para el caso de las profesiones dedicadas al cuidado de la salud, este servicio adquiere mayor relevancia, compromiso y precisión porque se trata de cuidar la salud y la calidad de vida de las personas, por tanto requiere garantizar que los profesionales que se están formando fortalezcan el desarrollo de una filosofía propia basada en los valores que les de dirección en la vida para que ofrezcan un servicio de calidad.

II. DESARROLLO

En el contexto educativo mexicano, los programas educativos actuales aun no terminan de conceptualizar la parte emocional, espiritual y la creatividad de cada persona, aunque ha habido cambios en las políticas educativas mexicanas, éstos no han sido lo suficientemente consistentes para lograr un verdadero cambio, ya que cada sexenio se plantea un nuevo enfoque, algunos buenos en su estructura pero en conjunto la problemática que presentan es que no logran aterrizar o concluir sus planteamientos.

“Buena parte de los sistemas educativos han acumulado históricamente un conjunto de deficiencias en la formación académica de niños y jóvenes. Dramática distancia entre calidad y equidad, contenidos irrelevantes, limitaciones en el desarrollo del pensamiento, ausencia de propuestas de los jóvenes en los escenarios públicos, son algunas de las expresiones de los graves problemas que acusa la educación.” (Samaniego, 2001:1)

No es fácil transformar el sistema educativo tradicional, esta situación que no es un problema exclusivamente de México, esta condicionada al contexto mundial que se esta viviendo, la globalización, ya que estamos inmersos en una etapa de transición entre un paradigma tecno económico a otro y al mismo tiempo se esta construyendo un nuevo modo de crecimiento, que implica cambios profundos en todas las instituciones, principalmente en la Educación.

Una de las consecuencias del profundo contacto con otras costumbres es la pérdida de valores que, aunado a la débil propuesta de éstos en los programas educativos de las escuelas y que dejan de lado el tema de la participación, el análisis, la comprensión y del autoconocimiento de los alumnos, trae como consecuencia una sociedad que poco a poco pierde la capacidad de valorar al ser humano como persona. La sociedad ha cambiado, la etapa que vivimos es de por si ya difícil, es por ello que se requieren personas que además estar preparados académicamente estén preparados para convivir armónica y solidariamente en base a valores morales. “En la época actual la peor crisis no es la económica, ni la ecológica ni la política, sino la crisis de valores del hombre contemporáneo” (Munch, 2006:233)

Para el caso de las profesiones dedicadas al cuidado de la salud, esta formación adquiere mayor relevancia, compromiso y precisión porque se trata de cuidar la salud y la calidad de vida de las personas, por tanto requiere garantizar que los profesionales que se están formando fortalezcan el desarrollo de una filosofía propia basada en los valores que les de dirección en la vida para que ofrezcan un servicio de calidad, esto es, lograr excelencia en su vida.

Se habla de una deshumanización y perdida de valores de los profesionales dedicados a la salud, aunque en su formación se revisan aspectos éticos, es frecuente que ya inmersos en el área laboral evidentemente se dejen llevar por la rutina y la sobre carga de trabajo centrándose en la enfermedad como tal y relegando al individuo como persona. Esto se observa, de igual manera y con evidente asombro, en los recursos en formación (médicos que realizan su internado, pasantes de servicio social, estudiantes) que “copian “los modelos de atención” que observan del personal de base.

Esto es preocupante, ya que además se observan problemas de actitud, los jóvenes cuestionan, enfrentan y desacatan indicaciones, no reconocen autoridades, como que solo se les enseño sus derechos pero no sus obligaciones, esto no quiere decir que este mal que tengan iniciativa para cuestionar pero lo deben hacer con bases y con respeto.

Evidentemente son tiempos de crisis, son momentos difíciles, los problemas que aquejan a los estudiantes son variados y se sitúan en niveles distintos: unos se refieren de manera directa al proceso de aprendizaje y a las dificultades que algunos enfrentan; otros tienen que ver con los servicios de apoyo e infraestructura y los ambientes educativos propios y otros más se derivan de sus condiciones sociales y familiares.

Las posibilidades de un mayor aprovechamiento académico están estrechamente ligadas con la detección oportuna de sus carencias formativas, para tomar medidas tendientes a superar esas limitaciones, por tanto, es ahora que debemos de ver oportunidades: oportunidad de contribuir a la formación de seres que se interesen por otros seres, oportunidad de realizar nuestro trabajo con ánimo y actitud de servicio ya que uno de los mejores modos de enseñar es con el ejemplo.

“La excelencia de las empresas es un proceso de reeducación arduo, que debe partir de la excelencia de los individuos y en un principio, de los lideres de las organizaciones. La excelencia individual se inicia con la necesidad de cambio, continua con un autoanálisis y un reencuentro con los valores y culmina con ejercicio y practica diaria” (Munch, 2006:233)

Como parte integrante del equipo que apoya en la formación de estos recursos, es urgente retomar la función y responsabilidad que tenemos, fortalecer la reflexión de los principios filosóficos, epistemológicos y teóricos de las disciplinas dedicadas a la atención de la salud, que favorezcan la formación integral donde los valores formen parte de una práctica profesional crítica, propositiva y transformadora, evitando así la formación de seres humanos deshumanizados, tal vez técnicos eficientes pero susceptibles de ser manipulados, sin creatividad y sobre todo sin respeto a si mismos.

III. CONCLUSIONES

Pese al esfuerzo de los últimos años y a los avances logrados en materia de educación en México, en el mundo se vive una crisis en la formación de personas integras y que este problema no es exclusivo del país. Las políticas educativas mexicanas, pese a que han tenido buenas propuestas, en su mayoría no han logrado cambios significativos.

La influencia en la sociedad mexicana de la tendencia globalizante, ha traído como consecuencia una transculturación que ha mermado los valores y el reconocimiento de la importancia del ser humano.

Esta situación afecta de igual manera a las profesiones dedicadas al cuidado de la salud, se habla de deshumanización y pérdida de valores y lo preocupante es que los recursos humanos en formación están tomando estos modelos.

Como parte integrante del equipo que apoya en la formación de estos recursos tenemos el compromiso y la oportunidad de contribuir en su formación integral donde los valores formen parte de una práctica profesional crítica, propositiva y transformadora, evitando así la formación de seres humanos deshumanizados y que esto logre como fin ultimo, la mejora en la calidad de atención y la satisfacción al derechohabiente.

BIBLIOGRAFIA

De Vries, Wietse, Álvarez German, (2005), Acerca de las políticas, la política y otras complicaciones en la educación mexicana, Revista de la Educación Superior, Vol. XXXIV (2), No. 134, abril-junio, http://www.anvies.mx [consultado el día 02 de abril 2010]

Samaniego, Juan. (2001). Cambiar la institución educativa para formar en valores, http://www.campus-oei.org/valores/samaniego.htm [consultado el 01 de abril del 2010]

Arana Martha y Batista Nuris. (2000). La educación en valores: una propuesta pedagógica para la formación profesional. Cuba: Organización de Estados Iberoamericanos, http://www.campus-oei.org/cts/ispajae.htm [consultado el día el 01 de abril de 2010]

Abortes, Jaime, Duretrenit, Gabriela, (2007) Innovación, aprendizaje y creación de capacidades tecnológicas, Grupo Porrúa, México.

Banks, Olive, (1983) Aspectos sociológicos de la educación”, International Thompson Editores, México

Munch, Salazar; 2006, Más allá de la Excelencia y de la Calidad, Trillas, 3° edición, México.

ENFERMERIA

ENFERMERIA
La alegría es la mejor enfermera. Robert Hamerling

jueves, 15 de abril de 2010

Florence Nightingale

Florence Nightingale nació en Italia el 12 de mayo de 1820. Desde una edad temprana sintió que estaba destinada a hacer con su vida algo más que conseguir un buen matrimonio y criar una familia. Tras tres meses de formación en enfermería en Kaiserswerth (Alemania), comenzó a trabajar cubriendo una vacante en un hospital de Harley Street (Londres). En 1854 estalló la Guerra de Crimea y con los periódicos anunciando desesperadamente la falta de asistencia médica para los soldados británicos heridos, el Ministro de Guerra, Sydney Herbert, le pidió a Florence Nightingale crear un equipo de enfermeras para los hospitales militares de Turquía.
Florence con un equipo de 38 enfermeras, muchas de ellas monjas, llegaron a Scutari (Turquía) en noviembre de 1854. Los hospitales se llenaron enseguida con miles de heridos de la batalla de Inkermann y consecuencia del sitio de Sebastopol. Florence y su equipo mejoraron considerablemente las reservas de comida, mantas y camas, contribuyendo a la reducción de las tasas de mortalidad. Fue la imagen reconfortante de Florence comprobando que todo iba bien durante la noche lo que le ganó el apodo de “la mujer de la lámpara”.

Florence hizo campaña para mejorar la sanidad, los hospitales y la formación de enfermería a lo largo del Imperio Británico, pero quizá su gran logro fue conseguir que la enfermería pasara a considerarse una profesión respetable para las mujeres. En 1860 creó el Nightingale Training School for Nurses en el St Thomas’ Hospital (Londres) estableciendo los principios de la buena enfermería. Sus teorías, muy influyentes, ayudaron a establecer un gran rango de prácticas sanitarias que aún perduran.

A pesar de estar postrada en cama debido a la mala salud en sus últimos años, Florence continuó peleando incansablemente para mejorar el estándar de salud, publicando más de 200 libros, artículos y panfletos. En reconocimiento a su trabajo recibió muchos premios hacia el final de su larga vida. En 1883 se le otorgó la “Royal Red Cross” por la Reina Victoria. En 1907 fue la primera mujer en conseguir la “Orden del Mérito” y el 1908 consiguió el “Honorary Freedom” de la ciudad de Londres. Murió a los 90 años el 13 de agosto de 1910.